Monegros

DE CERCA

Yolanda López: “No hay que tomar nada en serio, ni la vida, porque nadie sale vivo de ella”

Yolanda López
Yolanda López
Elisa Santos Dolz (Sally Pan)

Esta fotógrafa y animadora sociocultural monegrina (Huesca, 1985), más conocida como Terremota, es una chica inquieta, curiosa, creativa. Entre sus estudios están el diseño y el teatro, y sobresalen en sus aficiones jugar a baloncesto, realizar fotografías en pueblos y naturaleza y coleccionar relojes. Actualmente, está enfocada a eventos de animación infantil y risoterapia, sobre todo para la tercera edad.

¿Por qué Terremota?

—Terremota nace a partir de un curso de clown, y me identifico con este nombre porque transmite lo que soy y como soy: energía, nervio, inquietud, naturalidad, eso sí, acabado en femenino.

¿Cómo comenzó en este mundo del teatro?

—Mi trayectoria teatral se inicia, con 18 años, en Sariñena, y, a partir de ahí, comienzo a formarme en clown, comedia, animación, entre otras disciplinas, formando un grupo de teatro.

¿Y un defecto que no soporta?

—No soporto que las personas sean hipócritas, porque no se atreven a reconocer sus errores, y errar es de humanos, pero con respeto y educación.

¿Qué es lo que más disfruta en su tiempo libre?

—Disfruto mucho visitando y fotografiando pueblos pequeños, sobre todo del Pirineo aragonés, donde te envuelve la calma y el paisaje.

¿Quiénes son sus grandes héroes o heroínas?

—Los que a veces son invisibles en la sociedad, bien por su discapacidad, enfermedad, por una cosa o por otra son discriminadas y sacan fuerzas y optimismo para seguir avanzando y no perder las ganas de vivir.

¿Se atrevería a confesar un secreto a nuestros lectores?

—Si lo cuento, ¿dónde queda el suspense? Aunque con los niños se crean momentos muy graciosos. Un día bromeando le dije a uno que “debajo de mi cama, tenía un baúl lleno de mocos y si me guardaba el secreto le daría unos pocos”. Corrió a contárselo a sus padres… bendita inocencia.

“No hay que tomar nada en serio, ni la vida, porque nadie sale vivo de ella”

¿Qué desearía ver en el futuro?

—En el futuro todos tendremos presbicia. Pero si me pongo seria y soñadora, me gustaría ver que hay leyes justas contra las ocupaciones ilegales, los sueldos equiparados a los de Alemania y los problemas de salud mental y la delincuencia, entre otros muchos, disminuyendo o que estén erradicados definitivamente.

¿Creen en el humor los monegrinos?

—Mi experiencia en esta tierra lo avala, nos gusta reír y disfrutar, tener buen humor ante las circunstancias que se nos presentan nos ayudan a tener una vida más sana y placentera. Empieza por una actitud y como decía Chaplin: “un día sin reír, es un día perdido”.

¿Qué es lo que más le gusta de Monegros?

—Me enamoran sus paisajes como los Torrollones de Sodeto y sus tradiciones culturales, el calor humano que se vive durante las fiestas.

¿Qué es lo mejor de su faceta profesional?

—El feedback que se genera entre artista y público, es algo muy satisfactorio. Siendo una misma, poniendo una pizca de gracia y alegría a lo que quieres transmitir, cuando lo disfrutas llega tan lejos que por momentos transforma la emoción de esas personas que están delante de ti y es un auténtico regalo.

¿Cuándo se dio cuenta de que, por su forma de ser, hacia reír?

—De pequeña, según me cuentan en casa, si venía el fontanero, me disfrazaba, venía el electricista, me ponía un trapo en la cabeza, imitaba personajes, se reían conmigo, poco a poco, fue algo que se plasmó en mi personalidad, empecé a contar chistes a los amigos... era la alegría de la huerta... y así sigo.

¿El humor se debe tomar en serio?

—No hay que tomarse nada en serio, ni siquiera la vida, porque nadie sale vivo de ella, pero sí hay que tomarse las cosas con una actitud positiva. Los problemas tienen solución, y si no la tienen, es que no son problemas. Que todo fluya y nada influya.

¿Para desarrollar una actividad como la suya hay que tener creatividad a raudales o qué es primordial?

—A raudales no lo sé, pero hay que añadirle también una pizca de emoción, constancia y ganas de cambiar y transformar mentes para que desconecten y disfruten en ese momento.

¿Qué tipo de público le gusta más?

—Antes el infantil, era el que más controlaba, ahora el público de tercera edad. Apuesto por este.

Y ¿por qué?

—No sé cómo, pero transmiten cercanía, ternura... Son más vulnerables, sensibles y eso los hace especiales.

¿De qué cualidad/habilidad está más orgullosa?

—Fuera egos, soy una persona muy afable.

Un famoso o famosa que le gustaría que fuera a verle a alguna de sus actuaciones.

—Sería un honor contar con la presencia de Carlos Latre o de José Mota, los admiro desde pequeña y muchas de mis creaciones son tributo a sus imitaciones y sketches.

¿Con que artista aragonesa le gustaría hacer un dueto?

—Con Patri Coronas, otra monegrina, estoy a años luz de su trayectoria profesional, pero me encanta su puesta en escena y su desparpajo.