Ribagorza

COSAS DE CASA

El Museo de la Electricidad de Seira, un viaje en el tiempo

Traslada al público al momento en el que se transformó la localidad con la llegada de su central hidroeléctrica

Fachada del Museo.
Fachada del Museo.
E. F.

EL MUSEO de la Electricidad de Seira, ubicado en los bajos del consistorio ribagorzano, propone un apasionante viaje al momento en el que se transformó la vida de Seira, coincidiendo con la inauguración en 1918 de su central hidroeléctrica. La central de Seira, la más antigua de los Pirineos, alimentaba una línea de alta tensión hasta Barcelona, que se convirtió en la más larga y potente de Europa en la época.

Tanta fue la impronta de la central en Seira que, incluso para hablar del edificio del Ayuntamiento que alberga el museo, hay que remontarse a la construcción de la imponente central, de estilo modernista, que se enmarcaba en un amplio complejo hidroeléctrico que incluía, entre otras construcciones, muchas de las dependencias municipales actuales y el barrio en el que se asientan.

Central hidroeléctrica.
Central hidroeléctrica.
Javier Campos - Tryon

Por ello, antes o después de visitar el museo, desde el Ayuntamiento recomiendan recorrer las calles de La Colonia, el nombre que ha perdurado para referirse al barrio construido en torno a la central eléctrica, que supone retroceder hasta el año 1914. Remontando la Vía Pirenaica, la primera parada es la Casa del Jefe, en referencia a los edificios que destacan por su jerarquía y reflejaban la figura que habitaba esta vivienda; el Ingeniero Jefe y otras autoridades, por lo que la construcción es de corte elegante y cuidada arquitectura alpina.

Girando por la calle del Carmen, prosiguen en el recorrido, se accede a la nueva iglesia, erigida en la misma época y también por la empresa eléctrica, lo que permite hacerse una idea de la impronta del complejo hidroeléctrico en todos los ámbitos de la vida de la población. Un poco más adelante, se encuentra el grupo de barracones bien conservados que hicieron las funciones de alojamiento, diferenciándose por tamaño aquellos que eran ocupados por obreros solteros y, modestos aunque un poco mayores, los que eran la residencia de los trabajadores casados.

Maquinaria de antaño.
Maquinaria de antaño.
E. F.

Desde el Consistorio, proponen como siguiente parada la casa de los baños, lugar que garantizaba la higiene entre los habitantes de La Colonia. Circundando este área son visibles dos edificios de mayores dimensiones que ahora se han transformado en el pabellón y la Casa Cuartel de la Guardia Civil.

De vuelta a la Vía Pirenaida se distingue el Círculo Recreativo, aún en activo como bar y restaurante. En su interior aún conserva el escenario que lo convirtió en el punto de ocio como café-cantante y cine, gracias a una máquina de proyección que también ha llegado hasta nuestros días.

Fotografías antiguas.
Fotografías antiguas.
E. F.

La última parada de este circuito es la propia central hidroeléctrica, construida entre 1914 y 1918. El principal edificio de la central es una construcción de planta rectangular cubierta con techumbre a dos aguas de teja. Al exterior, los muros son de piedra y están abiertos con cinco grandes vanos uniformemente dispuestos. Estos ventanales están recercados, sobresaliendo en todos ellos la clave o pieza central. Entre los ventanales, los muros presentan pilastras adosadas a modo de contrafuertes.

Las grandes turbinas son las protagonistas en la magnífica estancia interior iluminada con lámparas de hierro. El complejo hidroeléctrico se completa con diferentes dependencias anejas que albergarán los talleres y oficinas necesarias para el control de la Central.

Un panel.
Un panel.
E. F.

Y sin salir del barrio de La Colonia, encontramos el Ayuntamiento de Seira, de planta rectangular y con techumbre de pizarra a dos aguas. El Museo de la Electricidad está ubicado en la planta baja del edificio Consistorial, en una sala en el piso inferior de forma poligonal irregular.

La exposición que alberga el museo narra los cambios en el valle del Ésera y sus gentes a través de una selección de piezas de la antigua central hidroeléctrica, un rodete de turbina Francis, un reóstato y varios tipos de transformadores, además de un carro de tracción animal utilizado por una de las brigadas de obras de la compañía. La central, renovada en su parte técnica, en la actualidad pertenece a Acciona y sigue operativa, con 36,65 megavatios de potencia y tres grupos hidráulicos, manteniendo su diseño industrial modernista.

Por lo demás, el Museo de la Electricidad de Seira permite disfrutar de una magnífica colección de fotografías pertenecientes al Fondo Histórico de FECSA- Endesa y al Archivo Patrimonial del Ayuntamiento de Seira.

Tanto las piezas originales como las excelentes fotografías trasladan al visitante a las primeras décadas del siglo XX cuando la electricidad modernizó y cambio la estructura y la sociedad de este enclave ribagorzano.