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José Ferrer: “Intento elaborar un vino que emocione en cada vendimia”

José Ferrer.
José Ferrer.
S. E.

Natural de Castejón de Sos, José Ferrer reside en Barbastro, donde realiza su labor profesional de director gerente y enólogo en Viñas del Vero. En marzo de este año le reconocieron con el título de “Enólogo de Leyenda” en el Aragón 2024 de Tim Atkin, que premia el papel de las figuras clave del mundo del vino.

¿Cómo se define en una frase?

—Creativo, incansable y apasionado con lo que hago.

¿Qué es lo que más aprecia en los demás?

—La honestidad, transparencia y franqueza, que realmente sean “buena gente”.

¿Un defecto que no soporta?

—Varios; la mentira, la parsimonia y la falta de compromiso. Todo lo que distorsiona dentro de un equipo.

¿Qué es lo que más disfruta en su tiempo libre?

—Dos grandes aficiones; las motos y el bricolaje, unas para subir adrenalina y el otro para relajarla.

Una pasión frustrada...

—Tocar la guitarra

Si hablamos de política, ¿se mojaría?

—Ni hablar de eso, aunque tengo mis ideales, por supuesto.

¿Se atrevería a confesar un secreto a nuestros lectores?

—Uyyy, no, me conoce demasiada gente (risas). Bueno, va, de pequeños nos bebíamos parte del vino de celebrar en la sacristía. Mosén Ramón no se enteraba, o no se quería enterar. No sé...

¿El enólogo es un científico del vino?

—Científico no, técnico si... El enólogo crea el vino y después tiene que ser consecuente con su creación y velar por él hasta que es consumido, para ello tiene que actuar como técnico en algún momento.

¿La enología es una ciencia técnica?

—No siempre. En enología, uno más uno no siempre suman dos, porque el vino es una materia viva y en él pasan cosas que el enólogo no siempre conoce.

¿Se considera la leyenda de Aragón 2024?

—(Risas). No, Tim Atkin me ha nombrado Enólogo Leyenda este año, pero no me lo termino de creer, aunque he de reconocer que estoy muy contento por ello.

¿Los vinos son leyenda o tienen otra lectura?

—No, los vinos son para compartir y disfrutar en compañía. Los hay para cualquier momento del día.

¿El vino es un arte o es más correcto hablar del arte de producir vino?

—Lo segundo. Elaborar vino es fácil, elaborar vino para emocionar es un poco más complicado, eso es lo que intento cada vendimia.

¿La multiplicación bíblica de los vinos existe?

—No, pero de una botella de un vino espectacular se pueden sacar más copas de las que te imaginas, porque simplemente dos gotas te pueden llegar al alma…

¿Cómo es el día a día de un enólogo?

—Es muy divertido. Cada día suceden cosas nuevas, nunca sabes realmente con qué te vas a encontrar cuando vas a trabajar, tienes que adaptarte a lo que toca. Vivimos permanentemente en la “cultura de la cafeína”, en tensión...

¿Los enólogos se van de vinos?

—Por supuesto, porque predicamos con el ejemplo. La verdad es que es chulo, porque el vino se ha convertido en un producto de conversación, es capaz de hacer que se hable de él.

¿Qué le dicen 40 años desde el nacimiento de la D.O.P. Somontano?

—Mucho. De ellos he vivido 31 junto a este proyecto, que es verdaderamente fascinante, que crece y crece en reconocimiento. Nos quedan diez años para cambiar de categoría y seguimos trabajando con ilusión, nos creemos la marca Somontano y haremos que brille más y más en todo el mundo.

¿Y qué me dice de los viticultores del Somontano?

—Son un activo muy importante para la D.O.P. Somontano. Al estar distribuidos geográficamente aportan la diversidad que nos caracteriza, contribuyendo a dotar de complejidad y diferenciación a nuestros vinos.

¿Qué diferencia hay entre enólogo y sumiller?

—El enólogo elabora el vino y lo pone a disposición en el punto de venta, el sumiller se ocupa de la puesta en escena del vino, recomendándolo y sirviéndolo adecuadamente, un punto que tiene una gran importancia.

¿Los pastillos y rosquillas de su pueblo, Castejón de Sos, son acreedores de buenos vinos?

—Por supuesto. La repostería de mi pueblo es exquisita y elaborada a diario con grandes dosis de cariño. Puedo dar fe de ello.

¿Qué vino gusta más a las mujeres?

—El que tenga una historia bonita detrás.

¿Y a los hombres?

—Sobre todo, aquellos que les evocan momentos anteriores difíciles de olvidar.

¿Mejor criar que crianza?

—Ambos son válidos porque son casi lo mismo. De ambos se disfruta en la vida.