Cultura

40 FERIA DEL LIBRO DE HUESCA

Magdalena Lasala: “María Teresa de Vallabriga ha sido silenciada por la historia”

La escritora reivindica a la aragonesa en su nuevo libro, que se titula ‘Los lirios al sol’

Magdalena Lasala habló de su libro en Huesca.
Magdalena Lasala habló de su libro en Huesca.
Laura Ayerbe

Como tantas otras mujeres a lo largo de los tiempos, María Teresa de Vallabriga y Rozas (1759-1820) “ha sido silenciada por la historia”, una injusticia que Magdalena Lasala resuelve en Los lirios al sol (La Esfera de Los Libros), una obra que ha presentado este sábado por la mañana en la Feria del Libro de Huesca.

“Ella (María Teresa) nació en Zaragoza, fue infanta de España y procedía de un linaje muy importante, pero fue ocultada tras un matrimonio morganático con Luis de Borbón, el hermano pequeño de Carlos III”, ha explicado la autora (Zaragoza, 1958) a este periódico.

El motivo de este veto apunta directamente al entonces rey de España, que “tenía miedo de que su hermano pudiera comprometer su posición en el trono”, ha proseguido la escritora.

“Si el infante Luis tenía hijos nacidos en España podrían haber sido una alternativa dinástica, entonces le obligó a él a contraer un matrimonio morganático. Teresa también fue obligada a aceptar que le dijeran que tenía un linaje inferior y que sus hijos no pudieran llevar el apellido Borbón, acabando así con todas sus posibles pretensiones dinásticas”, ha confesado la autora.

Por si ser desterrada y despreciada por la familia real no hubiera sido suficiente, la aragonesa sufrió un nuevo revés al quedarse viuda antes del décimo aniversario de su boda y con tan sólo 26 años.

“La diferencia de edad era considerable entre ambos, ya que cuando se casaron él tenía 49 y ella 16, así que su marido murió pronto y cuando ya tenían tres hijos en común”, ha explicado.

Desgraciadamente, De Vallabriga “siguió viviendo en el exilio pese a haber enviudado durante siete años más”, los que tardó en volver a su ciudad natal.

Entonces, la zaragozana resurgió de sus cenizas y se convirtió en una luchadora por la igualdad entre el hombre y la mujer, simbolizando “el cambio de la educación femenina del siglo XVIII”, ha destacado.

“En la primera mitad de este siglo, el objetivo de las mujeres era ser buenas madres de familia, buenas esposas y su educación era un adorno que ennoblecía su linaje”, ha contado.

Para acabar con esta situación, “Teresa fue una de las precursoras en comprender que la educación era el futuro de la independencia de lo femenino y de la sociedad en general”, contagiando “no sólo a la alta nobleza, sino a las clases populares”, ha valorado.

“Ella no sólo contribuyó con su propia cultura, sino con sus relaciones, favoreciendo la educación de nuevas generaciones de niñas”, ha concluido la autora, satisfecha por haber rescatado la historia de una pionera.