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Víctor de la Serna: "La experiencia del Monegros no se podría replicar en otro sitio"

El director del festival, ultima los detalles del certamen que se celebrará el 27 de julio en el desierto fragatino

Víctor de la Serna
Víctor de la Serna
S. E.

Falta poco más de un mes para que el polvo inunde los zapatos de las más de 40.000 almas que acudirán el día 27 de julio al Monegros Desert Festival; para que el hedonismo reine a sus anchas en la “casa” de los Arnau, y para que durante más de 22 horas la música de baile sea la banda sonora del desierto fragatino. El Monegros ultima sus preparaciones de una edición que es el reflejo de la evolución que poco a poco están introduciendo.

El tecno sigue siendo la “espina dorsal”, como dice el oscense Víctor de la Serna, quien es el director del festival, pero los tiempos cambian y a ellos siempre les “gusta dar una vuelta y proponer sorpresas”. “En el cartel hay música más dura. Tenemos artistas como Brutalismus 3000 o 999999999 que han estado muchos años, el escenario de Blackworks… Pero también tenemos a L’Entourloop que es una banda de reggae con drum and bass”, explica de la Serna. A esto, hay que sumarle la presencia de rap nacional con Natos y Waor, Hard GZ o Sofía Gabana, además de los escenarios pequeños como el dedicado al psytrance, que es una de las novedades de esta 31 edición. “Manteniendo nuestro ADN nos estamos abriendo a distintos estilos dentro de la música electrónica”, cuenta el director.

Para de la Serna, el Monegros se diferencia por la experiencia. “No podrías replicar este festival en otro sitio; tiene que ser ahí: en el desierto, con la inclemencias del tiempo y durante más de 22 horas”, argumenta y continúa: “Otros festivales simplemente son un recinto, un escenario, unas pantallas y ya está. Nuestra idea es hacer algo que sea más experiencial. Donde sabes que te vas a perder, que vas a sufrir por el calor, que te lo vas a pasar bien, que vas a conocer a mucha gente... Vamos, un día en el desierto”.

En la cabeza del cartel de esta edición se encuentran Chase & Status, un dúo británico que se podría decir que se encuentra en su mejor momento. Recientemente fueron galardonados con el premio ‘Producer Of The Year’ en los Brit Awards y son de los artistas más exponentes del drumb and bass, un género que, como dice, en Reino Unido se le llama el ‘sleepy giant’ (gigante dormido). Chase & Status pincharon en la primera edición en la que retomaron el festival. “Salieron enamorados y cuando empezamos a buscar una banda potente por la caída de Method Man y Redman justo tenían el fin de semana libre para descansar, pero ya no (se ríe)”, asegura.

Preparación

“Ya estoy comenzando con el siguiente año. No empiezas con contrataciones, pero ya piensas cómo lo quieres hacer”, señala. “Si va haber un cambio de escenario o si quieres contar con algún artista esas conservaciones ya se tienen que estar dando. El cartel suele estar cerrado semanas antes, salvo problemas que puedan haber como con Method Man y Redman. Pero no ha sido el fin del mundo”, considera.

El oscense lleva la dirección también de Elrow, otro de los puntales de la familia Arnau. Realizan más de 100 espectáculos al año e intenta que los carteles sean distintos, aunque confiesa que es algo inevitable. “No estamos viviendo en un mundo de super bandas como pasaba hace años. El mundo del disyóquey es uno de los ambientes más saturados; parece que todo el mundo quiere serlo”. 

Y es que, él opina, que en la escena ha habido una regeneración del hard tecno y sus variantes “que está teniendo mucho interés en las personas jóvenes y está permitiendo que cada vez aparezcan artistas nuevos”. “Suben muy rápido, pero bajan a la misma velocidad”, finaliza.