Uxía y Ruibal se enamoran de la colegiata de Alquézar durante su visita al SoNna

“Había oído hablar de este lugar, pero no lo conocía”, dijo Uxía mediado el recital. “No me extraña que un músico gallego amigo nuestro se haya venido a vivir por aquí”, añadió. Tanto ella, como Javier Ruibal estaban impresionados con el escenario ubicado bajo la imponente colegiata de Alquézar. El andaluz, habitante de las llanuras marismeñas, estaba más temeroso. “Esperemos que estas rocas aguanten sus equilibrios increíbles al menos hasta que acabe el concierto”, dijo al inicio entre risas.

Lo que a duras penas aguantó fue el aguacero universal que cayó quince minutos después de acabar el recital. El equipo técnico había estado valorando hasta el mediodía el traslado del concierto, pero confió finalmente en las previsiones meteorológicas, cada vez más precisas, y mantuvieron la cita al aire libre, con el riesgo que conllevaba.

Pero acertaron. Y los poemas de Federico y de Rosalía, las voces Uxía y Ruibal y el evocador entorno de Alquézar se fusionaron en un alegato artístico lleno de amor entrecruzado. Porque el recital De tu casa a la mía descubrió al público la pasión que tenía Federico García Lorca por Rosalía de Castro, de ahí sus seis poemas gallegos, el cariño que se tienen Uxía Domínguez y Javier Ruibal, y el amor a primera vista entre los artistas del SoNna Huesca y los espacios y paisajes que sirven de escenario al certamen.

Acompañados del brasileño Sergio Tannus (cabaquinho y guitarra), Marcos Teira (guitarra eléctrica) y Javi Ruibal (percusión), el dúo de voces atlánticas desgranó el proyecto De tu casa a la mía. Poemas de Lorca adaptados por Ruibal, como Por tu amor me duele el aire o Chove en Santiago; poemas de Rosalía adaptados por Uxía, como el inédito hasta hace bien poco O corazón na man, Rosa de cen follas o Morenita; poemas de Lorca adaptados por Uxía, como Canción de cuna a Rosalia morta o Tu corazón caliente; o por el propio Teira: Danza na lua en Santiago... Para los bises, finiquitado el disco, quedaron los recursos de dos grandes de la música, y allí aparecieron una versión de Verde que te quiero verde o Isla bonita. Entre el público que disfrutó del recital se encontraba el diputado de Cultura de la Diputación de Huesca, Carlos Sampériz, que resumía el privilegio que supone el SoNna Huesca para el territorio.

“Es un lujo para los pueblos pequeños contar con la Diputación Provincial de Huesca y con sus técnicos de cultura. Por ellos mismos no podrían alcanzar ni los cachés, ni el tipo de programación porque no tienen ni los medios, ni la experiencia técnica”, explicó.