Huesca

SEGURIDAD

Juan María Cabo: "Los delincuentes siempre van por delante, por eso desconfiar viene bien"

El jefe de Ciberataques de la Policía Nacional da una conferencia del programa de Ciberseguridad

Jefe del Grupo de Ciberataques de la Policía Nacional
Jefe del Grupo de Ciberataques de la Policía Nacional
S.E.

Desconfiar de cualquier contenido de internet o mensaje que nos parezca raro o poco habitual. Este consejo tan simple es el primero que da Juan María Cabo, inspector y feje del Grupo de Ciberataques de la Unidad Central de Ciberdelincuencia de la Policía Nacional, para evitar ser víctimas de un ciberataque. Cabo ha protagonizado este lunes una nueva conferencia del programa formativo en Ciberseguridad y Protección de Datos, que se desarrolla en el Campus de Huesca de la UZ.

Tras su charla, el jefe de Ciberataques de la Policía Nacional ha asegurado que manteniendo un desconfianza sana, “muchas veces se evitan males mayores”. “Los delincuentes siempre van uno o dos pasos por delante, por eso ser desconfiados viene bien”, ha explicado.

El propio internet también es una herramienta útil para comprobar si estamos siendo víctimas de un ciberataque y solo hay que hacer una búsqueda: “Si recibimos un mensaje de Correos que nos hace dudar, podemos buscar ‘estafa SMS Correos’”, ha apuntado a modo de ejemplo.

Y si al final sufrimos un ciberataque, el consejo de Cabo es denunciar “siempre”, ya que es lo que permite que las fuerzas de seguridad conozcan el delito y lo investiguen. Eso sí, admite que los delitos informáticos tiene escasa penalidad hoy por hoy, aunque confía en que las penas se endurezcan, y que es “muy difícil identificar” a todos los implicados.

Tres son los tipos de delitos más habituales: el malware, los troyanos bancarios -aunque “ha bajado mucho desde la doble autenticación de los bancos”- y la negación de servicio. El primer consiste en infectar una red de ordenadores para cifrar o extraer la información y pedir un rescate por la misma, mientras que el tercero consiste en contagiar muchos ordenadores para dirigirlos a todos y a la vez a una página y colapsarla por un tráfico excesivo.

“La gran mayoría (de los ciberdelincuentes) busca el beneficio económico, aunque puede haber detrás algún Estado”, ha afirmado Cabo, quien ha aludido a los ciberataques de los últimos meses de Rusia a Ucrania.

Los ciberataques, ha añadido, mueven mucho dinero y ha puesto de ejemplos los fraudes en criptomonedas -unos 90.000 euros de media por afectado- o los troyanos bancarios, que si funcionan pueden superar el millón.